Sin importar lo que pases, sigue siendo una buena persona

¿Por qué deberías dejarte llevar por el odio, el rechazo, por los pisotones que te da la sociedad? ¿Por qué deberías cambiar y convertirte en una mala persona, cuando en realidad la mejor satisfacción viene cuando sabes que estás haciendo lo correcto? Cuando de tu corazón brota alegría a pesar de que alguien te hirió, sigues mostrando esa amabilidad, esa buena ética. Las personas te quieren porque saben que pueden confiar en ti, porque en tu alma no hay nada de maldad, sino bondad. Sin quererlo, te das cuenta de que alguien necesita un oído y con amor les prestas el tuyo, escuchas, empatizas con ellos.

Sin decir nada, te das cuenta de que ciertas almas necesitan un aliento de vida, porque están pasando por momentos difíciles y tal vez estén pensando que lo mejor es morir. Pero ahí estás tú para ayudarles a comprender que lo más importante es estar vivos, vivir la vida y respirar cada segundo. Estás ahí para decirle a esa persona que no se deje cegar por el ego guardando rencor hacia su prójimo, porque la verdad es que eso solo le hace daño a uno mismo y a la otra persona.

Estás ahí para recordar que si tu amor no fue correspondido, no pasa nada, y que la persona que te rechazó no es una mala persona, simplemente desea a alguien diferente en su vida. Tienes que recordar que ella es libre de elegir a quien desea tener en su vida y que las personas en una relación no se necesitan, sino que se prefieren. Así que no tienes que guardar rencor hacia esa persona por no cumplir tus ilusiones, tampoco tratarla con indiferencia, simplemente déjala ir. Alguien te encontrará cuando menos lo esperes.

"No conozco ningún otro signo de superioridad que la bondad"
-Ludwig Van Beethoven-

¿Por qué razón deberías hablarle mal de alguien que te habló mal, sin saber exactamente qué lo motivó a expresarse así contigo? Sabes que somos humanos y, como humanos, a veces, cuando estamos enojados con una persona, queremos desquitarnos con todo el mundo.