Ciclos de Inseguridad: El Joven que Atraía Mujeres Inseguras

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Ilustración y imagen de Amor de Pareja

Publicado por Estarlincito

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Descubre el poder de la autenticidad y la liberación emocional. ¡Atrévete a volar junto a este joven, explorando el camino de la autoaceptación y el crecimiento personal!

Conocí a un joven que vivía siempre arrinconado. Era un joven muy amable que saludaba a todos con amor y cariño. Le gustaba pensar mucho. Si le hablabas, se quedaba un rato pensando y analizando lo que le decías. Si no tenía nada que decir, simplemente se reía. Pero, si tenía algo que decir, lo decía con mucho gusto. Su vida amorosa no era la mejor que digamos, pero su aura irradiaba alegría. Su forma de ser empático, tan realista, tierno y un poco seguro al hablar, hacía que ciertas damas se sintieran atraídas hacia él.

Ahora, el joven se encontraba atascado. Se había enamorado de una chica que lo tenía un poco confundido. Él conocía a esta chica desde hacía un tiempo, pero tenía mucho tiempo que no estaba en comunicación con ella. Un día, la chica se comunicó con él para pedirle un favor. El joven, con gusto, la ayudó, pero se fijó en aquella chica sintiendo deseos por ella. Así que, le dijo un piropo, esto hizo que se mantuvieran en contacto con frecuencia por las apps de mensajería.

Ella solía acostarse temprano, así que él siempre era el último en responder. Esto hacía que ella, al amanecer, le mandara sus "buenos días, ¿cómo amaneciste?". Esto le encantaba a ese joven, así que se mantenía hablando con la chica, de asuntos de la vida, chistes, cosas románticas y más. Este joven demostraba su interés mediante el lenguaje no verbal o mediante sus atenciones, pero nunca se atrevía a decir las cosas de frente, tal vez por miedo a que le dijeran que no.

Era un joven inseguro. Su falta de amor propio lo hacía conformarse con las migajas que la chica le ofrecía. Aunque había notado cierto tipo de desinterés en ella, no quería irse ya que era la única persona que al parecer se interesaba de verdad por él, aparte de su madre. Fue un proceso muy doloroso, pero ya había pasado por eso antes, así que decidió marcharse de la vida de aquella chica.

La chica, apenas tenía 20 años, pero al parecer simplemente le gustaba disfrutar y eso es bueno. Sin embargo, no tenía sentido de la responsabilidad en cuanto a las relaciones. Él decía que ella era linda ya que le gustaba su color de piel y el bonito interés que tenía hacia él. También me dijo que era loca ya que no tenía miedo al hablar o ese filtro que suelen mostrar las mujeres de querer aparentar lo que no son para quedar bien ante el hombre o los demás. Lo único que le faltaba a esa chica era ser libre, ya que dependía de su madre y padre y al parecer no sabía qué hacer a la hora de tomar decisiones importantes.

El joven se marchó. La chica le dejó claro que no estaba interesada en formar una relación en ese momento, ya que tenía otros planes. Le dejó claro que ella también tenía interés romántico por él, y que podían seguir siendo amigos. A lo que él decidió no hacerlo, ya que sabía que si se quedaba seguiría aferrado a la chica. Pero se fue con la molestia de por qué siempre caía en la misma situación, siempre atraía a mujeres inseguras a su vida.

"El reflejo de nuestras propias inseguridades puede llevarnos a buscar en otros lo que necesitamos encontrar dentro de nosotros mismos"
-Estarlincito-

Pareja, hombre algo triste

Se dio cuenta de que él también era alguien inseguro y que tenía muy baja autoestima. Por eso, cuando vio las señales de desamor no se marchó de una vez, ya que no quería perder la migaja que la chica le ofrecía. No quería afrontar la realidad, ya que sabía que sería dolorosa, y más para él que no tenía a nadie a quien confiarle sus pensamientos. Solo se tenía a sí mismo en su vida.

El joven, en su búsqueda de afecto, se vio atrapado en un círculo de relaciones inseguras alimentado por su inconsciente. Este, a través de patrones repetitivos de atracción, lo llevaba a buscar parejas que reflejaran sus propias dudas e inseguridades. Inconscientemente, buscaba validación en estas relaciones, repitiendo dinámicas familiares disfuncionales. Para romper este ciclo, el joven necesita tomar conciencia de sus patrones inconscientes y sanar sus propias heridas, permitiéndole así construir relaciones más sanas y satisfactorias en el futuro.

Sin embargo, en su interior ardía una llama de cambio. Emprendió un viaje de autodescubrimiento, buscando las claves para romper el ciclo y cultivar una relación sana consigo mismo. En este camino, aprendió lecciones valiosas:

1- Cerrar puertas: A veces, para avanzar, hay que soltar lo que nos retiene. Decir adiós a situaciones que no nos aportan lo que necesitamos es un acto de amor propio que nos abre paso hacia nuevas oportunidades.

2- Amor propio: El amor más importante es el que sentimos por nosotros mismos. Es la base sobre la que construimos relaciones sanas y significativas. Cuidarnos, valorarnos y respetarnos es esencial para nuestro bienestar emocional.

3- Dignidad: No debemos permitir que nadie menosprecie nuestra valía. Si percibimos señales de que algo no está bien, debemos actuar con decisión y alejarnos de cualquier situación que atente contra nuestra dignidad.

4- Autonomía emocional: No debemos depender del afecto externo para ser felices. Encontrar la plenitud en nuestro interior nos permite relacionarnos con los demás desde una posición de fortaleza y seguridad.

5- Amor incondicional: El amor más grande que podemos experimentar es el que nos damos a nosotros mismos. Aceptarnos con nuestras luces y sombras, perdonarnos por los errores y celebrar nuestros logros es el camino hacia una vida plena y significativa.

Joven mirando la luz solar por la mañana

Conclusión:

El viaje del joven nos recuerda que nunca es tarde para transformar nuestra vida. Al tomar las riendas de nuestro bienestar emocional y cultivar el amor propio, abrimos las puertas a un futuro lleno de posibilidades.